Tánger se encuentra entre las aguas del Atlántico y el Mediterráneo. De la ciudad de Tánger destaca su histórico carácter internacional, sus calles tienen las paredes desconchadas, en las que se intuye un pasado de colores, el bullicio de la vieja medina y la nueva ciudad más allá de las murallas y la brisa del océano se cuela por sus laberínticos callejones para impregnarla de un olor a mar.
Tánger ha sido tierra de misiones diplomáticas y comerciales, refugio de poetas y artistas y un lugar de fiesta para millonarios en los años 40 y 50 del siglo XX. Aunque la ciudad ya no conserva ese glamour, sigue teniendo un encanto especial que tenéis que vivir antes de que la invada el turismo de masas.